Luis Figueroa, Maestro Ronero de Cacique y Pampero |
Basta que digan "competencia internacional de ron" para que se sepa que al país llegará un nuevo cargamento de medallas y reconocimientos. El destilado venezolano es de los mejores del mundo.
Hace muchos años que Luis Figueroa le sigue la pista al ron. Desde hace 25 está relacionado con el negocio ronero y hace 15 que dedica sus cinco sentidos a conocer los destilados logrados en cada barril y a combinarlos hasta lograr las mezclas perfectas. Y tiene la certeza de que está "en su mejor momento", aunque no por casualidad.
"Estamos posicionándonos en lo que es nuestro mercado natural. En Venezuela, el ron existe desde finales del siglo XIX. Es una tradición que hemos mantenido y que hemos trabajado para posicionarnos en el mercado local e internacional", dice Figueroa, maestro mezclador de los rones de Diageo, Pampero y Cacique.
Desde 1870, los rones venezolanos de todas las marcas reciben premios por su calidad. En la actualidad, los consumidores del mundo están evolucionando hacia diferentes categorías y descubriendo -y redescubriendo- el alto nivel de los destilados de caña venezolanos. Esto explica la avalancha de premios y medallas que condecoran las etiquetas.
"El ron venezolano se ha desarrollado mucho. Nos hemos preocupado de crear buen ron desde hace muchos años. Uno de los puntos de inflexión fueron los años 1953 y 1954", recuerda Figueroa.
Fue en 1953 cuando Alejandro Hernández, fundador de Pampero, presentó al mercado el primer ron con dos años de guarda. Fue tan exitoso que, unos meses después, las autoridades decidieron que el añejamiento fuera ley y desde 1954 no se puede comercializar ningún ron que no haya pasado al menos dos años en barril. "En Venezuela no existen rones jóvenes. Todos son añejos", sentencia el maestro mezclador.
Esos dos años mínimos de añejamiento representan una ventaja al compararlos con los rones producidos en otros 45 países. Pero hay más. Las condiciones climáticas potencian esta guarda. Las destilerías venezolanas suelen estar en zonas con 33 grados de calor y 90 % de humedad, lo que concentra aún más las mezclas.
"Estas condiciones provocan un envejecimiento extremo en comparación con otros países más fríos. Dos años de guarda para el ron en Venezuela pueden ser similares a los doce de reserva de un whisky escocés", compara Figueroa.
La geografía y el trabajo de cada destilería distinguen al ron nacional. Hay que atreverse a probar aquellos de mayor añejamiento y a descubrir las mismas sensaciones que impulsan a los jurados del mundo a otorgarles tantas medallas.
Articulo original: El Universal
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